Emprende tu negocio ideal

Cada una somos una combinación especial de talentos, descúbrelos y encontrarás tu mina de oro o negocio ideal.

Siempre he tenido mente emprendedora, he iniciado diferentes negocios con mucho entusiasmo, me he asociado, he importado, vendido oportunidades de negocio incluso he incursionado en MLM, todo con tal de conseguir esa libertad financiera que el emprendimiento promete. El sueño de todo emprendedor siempre es: Emprender tu negocio ideal.

No siempre me ha ido bien, tengo varios fracasos en mi curriculum. Y es que sin fracasos, uno no se da cuenta de lo que realmente quiere. Hay que exponerse, aventarse y después ahí, ya en el aire es donde te vas a dar cuenta si en realidad eso que tanto perseguiste es tu verdadero propósito en la vida o solo una ilusión. 

Yo me di cuenta de que para mí la libertad financiera no hacia el cuento completo, además yo también necesitaba libertad de tiempo y locación… 

Mi modelo de negocio tenía que ser portátil…

Para saber cuál es tu modelo de negocio primero debes preguntarte cuál es tu concepto del éxito. Para mí, es ganar dinero con ingreso pasivo. No es igual para todo el mundo. Yo necesito la libertad de tiempo y locación. Me gusta no sentirme atada a un lugar, en realidad, siendo sincera, me da pánico anclarme a un lugar… 

Para eso hay que aprender a conocerse a uno misma. Y saber que está buscando. Emprender no es igual para todo el mundo. Mi negocio ideal no tiene porque también ser el tuyo. Es como un saco hecho a la medida, o al menos así debería de ser.

Sin embargo, yo no siempre supe lo que buscaba, mucho tiempo me deje regir por el dinero y la moda…

Hubo un tiempo en el que solo quise un negocio, el que fuera, que diera un ingreso sin un horario “fijo”, una fuente de ingreso estable que me permitiera mi estilo de vida. 

Quiero que sepas que incluso he pedido prestado para emprender, y todo había ido bien hasta que de repente, no fue tan bien. Si quieres puedes leer mi historia aquí. Verás que he emprendido varias veces, con dinero propio, prestado, con muchas ilusiones y con demasiadas responsabilidades.

Podrían parecer un montón de historias de fracaso, pero la verdad, es el cuento más común del planeta: en donde tres de cada cinco negocios cierran en el primer año, y solo uno de cada diez supera los tres años.

Emprender no es sencillo. Muchas veces caemos en el discurso emprendedor y pensamos que es más fácil que lo que en realidad es. 

Emprender es muy posible, pero hay que saber hacerlo y estar dispuestas a pagar el precio, a salir de nuestra zona de confort, porque del otro lado es exactamente donde se encuentra lo que estamos buscando. Ni modo, ese es el precio que hay que pagar por acceso.

 

Yo creo que todas podemos emprender, si es que está dentro de nuestra naturaleza.  No todas debemos hacerlo, hay muchas personas que no tienen el menor interés y ¿sabes que? ¡Eso está bien! El mundo no puede estar lleno de emprendedores, necesitamos profesionales y también empleados. Tú y solo tú sabes si tienes ganas de emprender y el formar un negocio esta dentro de tu ADN. Independientemente de que tengas un trabajo con un sueldo, seas una ama de casa o siempre hayas soñado con ello, me parece claro que aprender a crear valor con tu talento es la habilidad de supervivencia más importante del siglo XXI.

 

Todas y cada una de nosotras somos un evento super especial e irrepetible. Tenemos una combinación de talentos e historia que nos hace únicas para poder llenar un hueco en el mercado.

 

Pero es importante que sigas unas reglas para emprender tu negocio ideal:

 

1. Encuentra tu talento

 

Cuando empezamos a fantasear con la idea de emprender un nuevo negocio,  de pronto aparecen opciones que parecen seguras o sencillas, pero no siempre están alineadas con nuestros talentos, quiero que sepas que:

Si solo lo haces por dinero pero no tienes el corazón involucrado, lo más probable es que fracases… 

o incluso si no fracasa, es muy posible que empiece a ser un peso muerto… y eso es peor a que truene porque te darás cuenta de que invertiste tu tiempo y dinero en algo que no te apasiona y empiezas a odiar (te conviertes en tu propia esclava) que es completamente el opuesto a tu idea inicial… Olvidémonos, por ahora, del dinero fácil, y en cambio, empecemos por el otro lado del cuento.

Pregúntate: ¿Para qué soy particularmente buena? ¿Qué hago mejor que los demás? O, si nos ponemos más profundas: ¿Cuál es mi talento? ¿Qué es lo que yo soy?

No es una pregunta sencilla, pero es una de las más importantes que jamás te harás. Uno de mis libros favoritos es El Alquimista de Paulo Cohelo, en él nos explica como cada uno de nosotros tenemos una leyenda personal por cumplir. El talento es algo que te ha sido dado de nacimiento, y que puedes desarrollar con mayor facilidad que otras personas. Es un regalo, y huir de este, es un gran error.

Una buena health coach gana más que un abogada aburrida, y una escritora hábil puede llegar más lejos que una doctora que no ama lo que hace. 

Deshazte de la idea de que hay profesiones o negocios mágicos en donde hay dinero. Dinero hay en todas partes. 

Colócate en el lugar en el que tú seas la mejor opción. 

Busca un negocio de tu talento, y verás cómo las oportunidades se multiplican. 

 

2. Sigue tu pasión

 

Si partimos de la noción de que en la vida nada se pierde, y todo puede ser, un gran aprendizaje. El talento es lo más importante en lo que a éxito se refiere, la pasión le sigue en segundo lugar (ojo: ¡no en primero!).

Seguir una pasión que no es tu talento es un camino difícil y deprimente. Hay personas a quienes les apasiona el futbol, la actuación o el canto, pero si no tienen el talento, no importa cuántas miles de horas le dediquen: nunca estarán en el top de su profesión. El mundo no te premia por seguir tu pasión: el mundo te premia por generar valor, y el mejor lugar para hacerlo es en tu “elemento”, el lugar en donde tus talentos y tus pasiones se cruzan.

Entonces ¿Por qué es tan importante seguir tu pasión? 

No es para “divertirte” o “pasarla bien”, sino para ser capaz de soportar las largas horas trabajando, los rechazos, la sensación de no poder más, los fracasos y los esfuerzos que implica montar y hacer crecer un negocio. 

Un negocio no se hace por arte de magia; pero sí te apasiona, será mucho más sencillo porque lo vas a disfrutar.

La pasión puede dar motor y propósito a tu proyecto. Busca algo que haga latir tu corazón con fuerza; algo de lo que estés orgullosa; algo que proyecte tu fuerza en un mundo mejor. Sueña en grande y ve por todo.

 

3. La ley de la oferta y demanda.

 

Ya tienes dos de los ingredientes más importantes para crear un negocio. El corazón y las ganas, ahora debes buscar como satisfacer una necesidad del mercado con tu talento y pasión, al final de cuentas tu idea es hacer un negocio ¿no? Puedes tener un gran talento para tocar la harmónica y aparte disfrutarlo mucho y hacerlo con pasión pero si no le das el elemento de negocio, se quedará siendo un hobbie. Y está muy bien tener hobbies. Pero ahora estamos hablando de negocios. Si no recibes dinero por tu talento y pasión entonces es un hobbie. ¿Cómo convertir tu talento en negocio? Haciendo un estudio de mercado, satisfaciendo una necesidad, dirigiéndote a una audiencia. Hoy en día puedes saber si tu idea va a volar o no con un buscador… Así de sencillo. Obviamente le vas a invertir tiempo y te vas a apoyar de herramientas que el internet te da (muchas gratis) pero al final vas a poder saber si tu idea vuela y darle forma.

 

4. Aprende, aprende, aprende.

 

Si ya estás en el lugar en donde tus talentos y tus pasiones están reunidas, entonces lo que sigue es: aprender más; desarrollar tu talento y aprender como funciona un negocio, aunque no todo sea “lo tuyo”. 

Por ejemplo, si tu pasión es la música no basta con que sepas cantar o tengas buen oído, aunque lo hagas muy bien. El empleado hace bien su trabajo, pero quien es emprendedora es un “aprendedora”; no solo ama lo que hace, sino que está dispuesta a estudiar y aprender como se hace un negocio, las partes “aburridas”: pasar horas aprendiendo tecnología, números, impuestos, buscar clientes, mandar cotizaciones, crear sistemas, estrategias y demás para que tu negocio como cantante funcione. Si, también debes contratar a personas que sepan hacer esos trabajos, que no te gustan pero muchas veces de inicio, contratar un equipo no es una posibilidad y debes ser una solopreneur. A una buena cantante la contratan pero una cantante emprendedora, además de cantar, crea una empresa alrededor de su expertiz.

Ser emprendedora es lo mismo que ser arquitecta, debes de aprender, invierte en ti. ¡No dejes de aprender! Toma ese curso, ve a ese taller, haz esa pregunta. En esta vida tienes opciones: dejas que las cosas te pasen, o haces que las cosas pasen.

 

5. Pagando boleto de admisión

 

Si estás en el camino de tus talentos y tus pasiones, estás en el camino correcto. Eso no significa que todo saldrá siempre bien. Caerás muchas veces y cometerás errores. El aprendizaje cuesta, pero la experiencia no puede comprarse. El fracaso es parte del camino. Si un día estás cansada, harta o no puedes más, descansa un par de días y vuelve a empezar.

Emprender un negocio no es una carrera de velocidad, sino un campo traviesa: requiere constancia, estrategia, creatividad y buenas rodillas, para levantarte las veces que caigas.

También, sin embargo, hay que aprender a soltar… Hay veces que estamos en una situación que ya no nos hace feliz, como te dije en el punto número uno, talvez te genera dinero pero eres miserable, analiza si le puedes dar un twist o si no, de plano, déjalo. La vida es demasiado corta para que tu misma te impongas cosas que hacen infeliz. Ahora bien, si por el contrario te hace muy feliz pero llevas mucho tiempo y de plano no te genera dinero, considera dejarlo como hobbie o ve plano decirle adiós. No te sientas mal por eso, todos los grandes emprendedores han tenido en su vida al menos una historia de negocio que no fue lo que soñaban.

 

6. El dinero es una forma de energía, no es la finalidad.

 

No sigas al dinero. Sigue tu talento, tu pasión y visión… y aprende a hacer dinero como parte del proceso, me gusta ver al dinero como una forma de energía que regresa con la misma intensidad que tu das.

Tu definición de éxito, la eliges tú. Tu negocio es tu vehículo y el dinero… es solo la gasolina.  Es eso y nada más. ¿Acaso planeas un viaje dependiendo de la gasolinera más cercana? ¡No! Planeas tu viaje porque tienes un lugar al que quieres llegar; solo después revisas en dónde están las gasolineras. De otro modo, el viaje no tiene sentido, ni misión ni fin.

Tu destino es la visión, y el viaje la aventura. Emprender en tu negocio ideal no solo te hará rica en dinero, sino también en satisfacción, experiencias, curiosidad y retos. Aún mejor: podrá ayudar a otras personas a alcanzar sus propios destinos. Esto sí es algo por lo que vale la pena salir de tu zona de confort y pagar tu boleto de admisión.

Nunca olvides que eres única e irrepetible. El mundo necesita tu pasión talentos y regalos únicos. Eso es algo personal. Si quieres convertirla en negocio yo te quiero ayudar. 

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¡No estas sola!

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